Madrid, 05 de noviembre de 2021 | "La energía solar fotovoltaica no sólo es barata y limpia, sino que también es muy versátil. Puede llevar electricidad allí donde los medios convencionales han fracasado, puede cambiar la vida de la gente, y esto nos enorgullece", dijo el presidente del Global Solar Council (GSC), José Donoso, en el evento de acción energética organizado por la Asociación de Marrakech para la Acción Climática Global (MPGCA) en la cumbre climática COP26 de Glasgow, celebrada en colaboración con IRENA, The Climate Group, GWEC, ICC, IEA, REN21, SEforAll, UNEP y WBCSD.
Dirigiéndose a los líderes de la industria de las energías renovables y del sector privado, a los ministros, a los políticos y a los científicos del clima de todo el mundo, el presidente del GSC recordó que cuando las cumbres del clima de la COP comenzaron en 1995, la tecnología solar fotovoltaica era probablemente la forma más cara de producir electricidad, y todo el mercado no ascendía a más de 3-4 megavatios (MW) al año. Ahora, la energía solar fotovoltaica no sólo es el líder del mercado entre las fuentes limpias de producción de energía, sino también la forma más barata de producir electricidad. Y el año pasado se instalaron 120 GW de capacidad fotovoltaica. Una trayectoria impresionante, comparable a la de muy pocas otras tecnologías en la historia.
La energía solar fotovoltaica es también la tecnología más versátil de la que disponemos para la transición a las energías renovables, gracias a su capacidad para empoderar a las comunidades y cambiar la vida de las personas. Ofrece soluciones únicas para la electrificación de países en los que las fuentes convencionales no han conseguido llevar la energía y el desarrollo a cientos de millones de personas.
Su flexibilidad, aplicada a las zonas urbanas e integrada en las redes inteligentes, el transporte y las telecomunicaciones, puede allanar el camino para la creación de ciudades inteligentes. La producción y el consumo de electricidad van a cambiar drásticamente y "la energía solar fotovoltaica es el motor de este proceso desde el punto de vista energético", dijo Donoso.
Pero tenemos que mejorar el ritmo de instalación actual de la energía solar fotovoltaica porque la tecnología se enfrenta a importantes barreras en muchos países. Si queremos acelerar la transición energética, la energía solar fotovoltaica debe crecer más rápido que en la actualidad. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) e IRENA han fijado un objetivo de 5 teravatios (TW) de energía solar fotovoltaica para 2030, con el fin de mantener el equilibrio con un aumento de las temperaturas de 1,5 ºC, pero el GSC ha calculado que, incluso si el sector mantiene su excepcional crecimiento actual, no alcanzaremos el objetivo de 2030 en un 22%.
Los cuellos de botella en la concesión de permisos siguen frenando el ritmo de la energía solar fotovoltaica, incluso en países caracterizados por una fuerte voluntad política. La tecnología está madura y podría contar con una amplia liquidez en los mercados financieros. "Hay fondos públicos y privados dispuestos a invertir, pero necesitan seguridad jurídica, marcos regulatorios claros y justos para evitar retrasos administrativos. Es necesario formar a más funcionarios cualificados en aspectos relacionados con las energías renovables para apoyar a las administraciones", remarcó Donoso.
Cada año de retraso en la construcción de una planta solar significa un año más de combustibles fósiles, un año más de emisiones de CO2, un año más de precios altos y volátiles de la electricidad. "En la transición y en la eliminación de las subvenciones a los combustibles fósiles, tenemos que reconocer que los países parten de situaciones muy diferentes, por lo que tenemos que adaptar nuestros esfuerzos a medida que vamos descarbonizando la economía mundial", explicó el presidente del GSC. Con voluntad política y marcos regulatorios claros, la energía solar fotovoltaica puede crecer mucho más rápido que los niveles actuales y aportar una contribución vital para los objetivos de descarbonización y clima.
Sobre el Global Solar Council
El Global Solar Council (https://www.globalsolarcouncil.org) es la voz de la industria mundial de la energía solar, un organismo sin ánimo de lucro con sede en Washington D.C. que representa a asociaciones nacionales, regionales e internacionales, así como a las principales empresas del sector solar. Fundado en la conferencia sobre el clima de París de 2015 como respuesta del sector privado a la emergencia climática, el Global Solar Council reúne a asociaciones de mercados establecidos y emergentes que representan a empresas de toda la cadena de suministro de energía solar.